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¿Una dieta libre de gluten disminuiría los síntomas del autismo?

Existe mucha controversia sobre el gluten y su vínculo con el autismo. Es fácil de visualizar esta polémica en internet, especialmente, en redes sociales. Algunos especialistas del área de la salud, médicos funcionales y nutricionistas, sostienen que una dieta libre de gluten mejora los síntomas del autismo. Sin embargo, otros grupos de profesionales no están de acuerdo debido a la falta de evidencia científica, para ellos, las experiencias clínicas de algunos profesionales no son suficientes.

Soy mamá de un pequeño autista de 4 años de edad, quien actualmente tiene una dieta libre de gluten, caseína, soya, azucares y procesados. Nuestro pequeño ha mejorado muchísimo sus síntomas fisiológicos, especialmente, los problemas gastrointestinales gracias a la alimentación personalizada, tratamientos (convencional vs medicina alternativa) y suplementación, en consecuencia, su cerebro empezó a mostrar señales de su funcionamiento, lo cual es altamente positivo. Sin embargo, en nuestro proceso de aprendizaje en este camino hemos entendido que cada niño en el espectro es único, por lo que compartiré diferentes puntos de vistas para ampliar las respuestas a la pregunta de este artículo.

¿Qué sabemos de la enfermedad celíaca y su vinculación al autismo?

Una de mis publicaciones favoritas de la revista Autism Parenting es el E-book Gluten Free Blueprint (Plan sin Gluten). Se trata de una edición super interesante que relata varios aspectos acerca de cómo la salud, en general, se ve afectada por el consumo de gluten bien sea por la enfermedad celíaca o por la sensibilidad a las proteínas del gluten, las gliadinas y las gluteninas. Ambas proteínas son denominadas de manera general como prolaminas.

¿Qué nos dice esta publicación sobre la enfermedad celíaca? Según la publicación Gluten Free Blueprint, la enfermedad celíaca afecta al 1% de la población y es una ocurrencia muy común actualmente. También expresan que la mayoría de las personas afectadas por esta enfermedad no son diagnosticadas, no saben que la padecen. Las investigaciones médicas sostienen que, si un pariente cercano sufre de esta enfermedad, existe una probabilidad de 1 en 40 de que usted también pueda sufrirla.

¿Cómo se genera la enfermedad celíaca? La enfermedad celíaca es una combinación de tu predisposición genética combinada con una dieta que contiene gluten y algún desencadenante ambiental. Los dos genes claves para desarrollar la enfermedad celíaca son HLA DQ4 y HLA DQ8. Sin embargo, no es necesario que se tenga ambos genes para desarrollarla. De los dos, el DQ8 es un indicador más común, que indica una alta probabilidad de desarrollar la enfermedad celíaca. Tener estos genes no significa que desarrolle la enfermedad, pero si muestra una alta posibilidad. Se necesitan factores ambientales para desencadenarla, por ejemplo, la comida con gluten, el estrés, el embarazo, entre otros.

Las personas que padecen la enfermedad celíaca tienen un mal funcionamiento del sistema digestivo. El problema ocurre cuando el gluten llega al intestino delgado y hace que el cuerpo produzca demasiado de la proteína zonulina. Esta proteína está involucrada en la inmunidad innata intestinal y sobre expresada en varias enfermedades autoinmunes como la enfermedad celíaca y la diabetes tipo 1, en donde existe una disfunción en las uniones estrechas intercelulares intestinales, es decir, en las vellosidades del intestino, sus hermosos deditos.

La función principal de la zonulina es regular el flujo de moléculas entre el intestino y el torrente sanguíneo, busca el balance entre la tolerancia y la respuesta inmune. Ella actúa permitiendo la apertura de las uniones estrechas intercelulares (vellosidades) para abrir el paso a los nutrientes y bloquear el paso de las macromoléculas, tales como fragmentos de nutrientes no digeridos o de microorganismos presentes en el intestino como por ejemplo la cándida albicans en sobrecrecimiento.

Cuando hay una sobreproducción de zonulina se abren las vellosidades de la pared intestinal, es decir, aumenta la permeabilidad intestinal. El intestino pierde su capacidad de barrera protectora y todo aquello que no debe pasar al torrente sanguíneo pasa generando reacciones autoinmunes, más inflamación en el cuerpo; en consecuencia, se desarrollan enfermedades autoinmunes. Este proceso no es solo para las personas que padecen la enfermedad celíaca, también para quienes tienen sensibilidad al gluten, dentro de ellos se encuentran los niños dentro del espectro.

En relación al gluten y su vinculación al autismo, la publicación Gluten Free Blueprint menciona que hay estudios científicos que han demostrado que existe una prevalencia mayor de la enfermedad celíaca y la sensibilidad al gluten en personas con TEA. También explican que es muy difícil de probar si la enfermedad celíaca es más frecuente debido al autismo o si la enfermedad celíaca contribuye al autismo. Es importante aclarar que el autismo no es lo mismo que la enfermedad celíaca, pero el autismo reacciona muy bien a la eliminación del gluten de la dieta.

En otro orden de ideas, les quiero compartir un estudio clínico publicado el 18 de junio de 2013 el cual mostró que un subconjunto de niños con TEA tiene mayor reactividad inmunológica al gluten. El objetivo del estudio consistió en determinar si hay una relación entre las anomalías del sistema inmunológico vinculadas con el gluten y el autismo. Uno de los voceros de la investigación el Dr. Alaedini, profesor asistente de ciencias médicas en el Departamento de Medicina y el Instituto de Nutrición Humana del Centro Médico de la Universidad de Columbia

explicó que: «existe evidencia de que las anomalías del sistema inmunitario están asociadas con síntomas en un número considerable de personas con autismo«. Los investigadores llegaron a interesantes descubrimientos, es decir, ellos sostienen que puede haber una asociación entre la sensibilidad al gluten y el autismo, pero el mecanismo de esa reacción es diferente de lo que ellos vieron en las personas con enfermedad celíaca.

El estudio fue financiado por el Departamento de Defensa de EE. UU, así lo afirma el portal Celiac Disease Foundation (Fundación de la Enfermedad Celiaca). ¿En que se basó el estudio? El estudio analizo muestras de sangre de 37 niños con autismos, 27 hermanos no afectados, y 76 controles sanos no relacionados de la misma edad. Los criterios de análisis de las muestras se basaron en: 1) Un marcador sensible y especifico de la enfermedad celíaca (anticuerpos contra la transglutaminasa tisular). 2) Anticuerpos IgG e IgA contra las proteínas gliadina (proteína del gluten), y 3) Marcadores genéticos de la enfermedad celíaca (alelos HLA-DQ2 y HLA-DQ8).

¿Qué encontraron los investigadores del estudio? Al probar los marcadores de celiaquía y los de respuestas al gluten encontraron que hay una tasa más alta de celiaquía en niños con autismo versus una tasa más alta de sensibilidad al gluten en niños dentro del espectro. Adicionalmente, el estudio encontró que los niños con TEA tenían niveles más altos de anticuerpos IgG contra la gliadina (proteína del gluten) en comparación a los niños del estudio (grupo en control) sin diagnóstico de autismo. Otro factor importante que mostro el estudio fue que los niños con TEA con síntomas gastrointestinales tenían un nivel más alto de IgG en la sangre que aquellos que no mostraban síntomas gastrointestinales severos. Con respecto a los anticuerpos IgA, los investigadores no hallaron una diferencia entre los niños con autismo con síntomas gastrointestinales y los niños sin síntomas.

Aunque el estudio ha mostrado interesantes resultados sobre la asociación entre la sensibilidad al gluten y el autismo, aún hay mucho por explorar científicamente. Ciertamente, la dieta libre de gluten no es la solución para el autismo, pero si reduce la respuesta inmunitaria en niños dentro del espectro. Por otra parte, la alta presencia de anticuerpos IgG en niños con TEA solo indica que ha habido una gran reacción inmunitaria, pero es posible que el gluten no sea, en su totalidad, la causa de esa reacción. Los investigadores no pueden explicar aun la asociación existente entre el gluten y el autismo, sin embargo, si sostienen que existe una relación entre el autismo y el sistema inmunológico, allí hay una pieza clave de todo este rompecabezas.

Después de revisar algunos puntos de vistas sobre nuestra pregunta inicial, vale la pena preguntarse: ¿Una dieta sin gluten pueden ser útil en el tratamiento al autismo? Como lo vez hasta ahora, no existe una respuesta única que lo avale, la ciencia requiere más estudios. Sin embargo, los papas de niños con TEA no podemos esperar por la ciencia debido a que el tiempo de desarrollo del cerebro es clave en nuestros pequeños. Ciertamente, el gluten no tiene toda la responsabilidad en la sintomatología de estos niños, pero si existen valiosas experiencias clínicas que demuestran como el gluten impacta a nivel gastrointestinal e inmunológico.

Las dietas sin gluten a menudo se acompañan con dietas sin caseína. En nuestra experiencia familiar, nuestro pequeño tiene una dieta libre de gluten, caseína, soja, azucares, procesados y alimentos inflamatorios. Hemos entendido como padres que estos alimentos impactan la salud intestinal de nuestro hijo, incluso la de nosotros. Aunque respetamos la opinión de muchos médicos en el área, nos atrevimos a explorar y a sostener una dieta libre de alimentos inflamatorios y procesados en casa, ahora consumimos alimentos reales, ricos en nutrientes. El impacto de las mejoras de salud fue para todos los miembros de la familia, especialmente, para Alan. Hoy en día nuestra dieta se basa en alimentos reales, es decir, proteína animal, vegetales, frutas de bajo índice glucémico, frutos secos, tubérculos, fermentados, entre otros.

Como padres decidimos actuar en el cambio de alimentación y aprender del proceso. Sin embargo, respetamos la decisión de cada familia. Si bien es cierto que el gluten no es el causante principal de la sintomatología del autismo, no consumirlo reduce positivamente las respuestas inmunitarias mejorando los síntomas fisiológicos en niños con TEA. Llevar a cabo una dieta libre de gluten no significa que todo cambiara de la noche a la mañana, pero si es el inicio para recuperar la salud de nuestros hijos, especialmente, poner en marcha a funcionar su sistema digestivo.

Una dieta libre de gluten no significa sustituir el gluten por productos que no lo contengan. La mayoría de los alimentos procesados que dicen en el empaque “gluten free” resultan ser más dañinos que beneficiosos. Mas que una dieta, es un estilo de vida que invito a adoptar en casa. Valen la pena sus beneficios para todos los miembros de la familia. Adicionalmente, es entender cuáles son los alimentos reales como base de la alimentación, es decir, carnes, huevos, pescados, vegetales, frutas estacionales de origen orgánico, frutos secos, etc. Ser creativos con las opciones de alimentos que tenemos impactara la salud de nuestros hijos y la de toda la familia positivamente. También están permitidos otros tipos de harinas para elaborar deliciosas recetas, es decir, podemos utilizar algunos sustitos del gluten que no sean familia, como por ejemplo harinas de yuca, plátanos, almendras, entre otros.  Es muy importante educarse sobre la lectura de etiquetas en los productos, pues el gluten muchas veces viene disfrazado en los ingredientes del empaque.

¿Qué beneficios hemos observado al tener una dieta libre de gluten y de alimentos inflamatorios en nuestro pequeño? Mejoras en síntomas gastrointestinales, en el sueño y la atención; adicionalmente, no hay conductas de hiperactividad, no hay evidencia de conductas obsesivas compulsivas y de ansiedad, y una mejor adaptación al entorno. Cabe destacar, que el peso de la responsabilidad no está solo en el gluten, también en el abordaje medico en mejorar los síntomas gastrointestinales. Nuestros niños con TEA requieren un abordaje integral, medico, nutricional y terapéutico, pero sin duda alguna y por experiencia propia, todo comienza cuando nos enfocamos a resolver los problemas de origen médico e iniciar el cambio de alimentación.

Antes de despedirme en este articulo quiero dejarte una lista de productos que contienen gluten y que son muy comunes en nuestra cocina. Si quieres iniciar una dieta libre de gluten te invito a que empieces a trabajar disminuyendo los siguientes alimentos hasta que ya no estén en tu dispensa, hazlo paso a paso. Léelos a continuación:

  • Cerveza
  • Pan
  • Galletas
  • Cereales
  • Galletas
  • Magdalenas
  • Rosquillas
  • Pan de maíz
  • Galletas saladas
  • Crutones
  • Salsas
  • Regaliz
  • Marinadas
  • Pasta
  • Corteza de pizza
  • Pretzels
  • Salsa de soja

En resumen, si después de leer este artículo decides mejorar la alimentación de tu familia y la de tu hijo con TEA, déjame decirte que grandes cambios veras en la salud de todos los miembros. No será de la noche a la mañana, tendrás que educarte para comprender más por qué lo quieres hacer y por qué lo debes de sostener en el tiempo. También, prepárate para los cambios, las adversidades y la resistencia de la familia, pero créeme, vale la pena este estilo de vida. Hoy más que nunca la salud de mi familia dio un giro de 360 grados, y mi pequeño autista es un niño más feliz y su cerebro cada día muestras señales de su mejor funcionamiento. La invitación es atreverse a dar el paso y a entender por qué lo hacemos. Un propósito claro nos ayudara a mantenernos en el camino.