Cuando nos enfrentamos al diagnóstico de autismo por primera vez, nos aterramos. Incluso nos sentimos culpables y queremos entender que sucedió antes. Hacemos un recorrido por nuestra vida antes del embarazo y queremos vincular aquellos hechos que pudieran ser causal del autismo en la vida de nuestro hijo. Sin embargo, no existe aún una única causa del autismo. Lo que se conoce hasta ahora es que el autismo es el resultado de una combinación de factores físicos y ambientales que, finalmente, afectan el desarrollo del cerebro.
¿El autismo es genético? Ha sido una de las preguntas más cuestionadas en la última década por la comunidad científica, médicos, profesionales vinculados al área, padres y cuidadores de niños con un diagnóstico de autismo. Un artículo publicado en la revista Autism Pareting acerca de las posibles causas del autismo explica que un niño puede estar genéticamente predispuesto al autismo. Es decir, los genes heredados de los padres del niño lo hacen propenso a desarrollar autismo. No obstante, hoy en día la ciencia tiene claro que es erróneo pensar que el autismo es causado únicamente por los genes. También el artículo argumenta que el factor de riesgo necesita desencadenarse por un factor ambiental para desarrollar un trastorno del espectro autista.
Si bien ahora podemos entender que no existe una única causa para desarrollar un trastorno del espectro autista, pero es importante conocer aquellos factores de riesgo que si pueden desencadenar este tipo de diagnóstico. El mismo artículo publicado por la revista Autism Pareting, Cuáles son las posibles causas del autismo, señaló los siguientes factores: 1) Genética, 2) Conexión entre hermanos, 3) El embarazo, 4) Padres mayores en la concepción, 5) Factores ambientales, y 6) Causas biológicas.
Si eres de esas mamas que quieren comprender lo sucedido, ahora puedes estar preguntándote, cuáles de esos factores pudo tener mayor peso en el diagnóstico de mi hijo. Te entiendo muchísimo. En mi camino por comprender me lo pregunte. Parto del hecho que comprender es aliviar. Si comprendo lo ocurrido alivio mi carga y mi camino se hace más llevadero. No tenemos las respuestas a todas las preguntas vinculadas al autismo, todo lo contrario, cada vez existen diferentes posiciones entre profesionales acerca del tema. Pero, si bien es cierto, comprender puede ayudarnos a encontrar soluciones que nos permitan hacer más por la vida de nuestros pequeños.
Te invito a que revisemos las distintas posiciones reveladas en cada uno de los factores antes mencionadas. Entender como estos factores de riesgos tienen incidencia en desarrollar un trastorno del espectro autista puede ayudarnos a construir un abordaje, incluso explorar áreas que no creíamos que podrían ser factores de riesgos.
Desde el punto de vista de la genética se explica que con ciertas variaciones genéticas existe la probabilidad de desarrollar autismo, y que el órgano más afectado es el cerebro. La genética también plantea que aquellas personas con trastornos genéticos como el síndrome del cromosoma X frágil (SXF) tienen un alto riesgo de desarrollar autismo. Según la publicación en el portal healthychildren.org titulada: “Qué es el síndrome del cromosoma X frágil: información para los padres” afirma que una de las causas más conocidas por este síndrome es la discapacidad intelectual y que puede ser hereditario. El SXF se produce debido a un cambio en el material genético de la célula del cuerpo. Ese cambio le dificulta a las células producir una proteína necesaria para el desarrollo y funcionamiento del cerebro.
Hasta ahora, la genética ha identificado 30 genes que están vinculados al desarrollo del espectro autista, sin embargo, no existe un patrón común para todas las personas con autismo.
Por otra parte, según el portal genolifeadn.com, en su artículo: “¿El autismo es genético?”, afirma que existe entre el 10 y 15% de los casos de autismo con una condición mendeliana identificable (gen único), anomalías cromosómicas u otros síndromes genéticos. Es por ello que, si tu plan de salud tiene cobertura genética, hacer el test te ayudara a descartar algún problema genético. Nosotros tuvimos la oportunidad de hacerlo, y los resultados no mostraron anomalías genéticas, en nuestro caso, lo descartamos como factor causal del autismo.
Otro factor vinculado al desarrollo del espectro autista y que sostiene el enfoque genético como causa del autismo, es la conexión entre hermanos debido a la herencia de genes. Sin embargo, los científicos necesitan más investigación para responder preguntas como: ¿Cuántos cromosomas causan el autismo? ¿por qué algunos hermanos desarrollan el autismo y otros no? ¿mi primer hijo tiene autismo, pero mi segundo hijo no lo tiene? Estamos hablando de características pre existentes dentro del espectro.
Sin embargo, el artículo publicado por la revista Autism Pareting, “Cuáles son las posibles causas del autismo”, revela que si una familia cuyo primer hijo tiene autismo tiene un 10% de posibilidades de tener un segundo niño con autismo. Ellos definen esta frecuencia como tasa de recurrencia y alegan que los padres deben tener en cuenta esta posibilidad si deciden tener mas hijos. También señalan que puede ser posible que un hermano menor de un niño con autismo no tenga el diagnóstico, pero muestre rasgos dentro del espectro.
Conozco familias cercanas que muestran este tipo de posibilidad, conexión entre hermanos. Es decir, niños mayores diagnosticados con autismo e hijos menores también con autismo. En este caso la causa podría estar vinculada a la genética y herencia. No obstante, también he visto casos de familias con niños con autismo y hermanos sin diagnóstico con inmadurez en su sistema inmunológico y problemas gastrointestinales que impactan sus conductas y comportamientos. Ampliare este punto en otro artículo, pues son datos correlacionados muy interesantes para analizar y prestar atención como padres.
El siguiente factor que puede causar autismo son las condiciones del embarazo. Las condiciones del embarazo pueden considerarse no genéticas, sin embargo, muchas investigaciones revelan que pueden afectar el desarrollo del cerebro y, en consecuencia, podría conducir al autismo. Hoy en día sabemos que estamos más expuestos a mayor contaminación del ambiente, a una alta toxicidad presente no solo en los materiales que utilizamos en nuestra vida diaria sino también en los alimentos procesados disponibles para el consumo humano y al uso excesivo de químicos en la producción agrícola.
Por otra parte, existen estadísticas que muestran que los bebés nacidos antes de las 35 semanas también corren el riesgo de desarrollar autismo. Los primeros años de vida son muy determinantes para el desarrollo del cerebro, incluso para detectar cualquier anormalidad que pueda impactar la vida de nuestros pequeños. Un abordaje temprano puede prevenir problemas en el neurodesarrollo en edades avanzadas.
Las infecciones por virus, por ejemplo, la rubéola en el embarazo también está vinculado al riesgo de conducir al autismo. En otro orden de ideas, hoy en día existen estudios que revelan que las mujeres que tenían diabetes gestacional, presión arterial alta, sangrado durante el embarazo y bajo peso al momento del parto tienen un alto riesgo de tener un bebe que desarrolle el trastorno del espectro autista.
El uso de ciertos medicamentos durante el embarazo también está vinculado al riesgo de desarrollar autismo. El artículo “Cuáles son las posibles causas del autismo”, revela que los medicamentos que están relacionados con el desarrollo de autismo son los antidepresivos, el paracetamol y los medicamentos para asma. Actualmente, he notado una fuerte publicidad a través de las redes sociales y medios televisivos acerca de tomar acetaminofén durante el embarazo y su vinculación al autismo, es una campaña masiva y persuasiva. Sin embargo, se requieren más investigaciones para determinar si el uso de fármacos durante el embarazo conduce al riesgo de tener niños con problemas en el neurodesarrollo. Es una responsabilidad muy grande cuidar que fármacos tomar durante el embarazo. Seamos responsables de nuestra salud y la salud de nuestro bebe en formación, eduquémonos sobre que consumir y que no.
La edad de los padres es otro de los factores que conducen al riesgo de tener un hijo con autismo. En este punto, quiero compartir mi experiencia personal. Mi esposo y yo, ambos somos padres mayores. Cuando nuestro pequeño nació yo tenía 40 años de edad. Aunque sabemos que es un punto importante a considerar, nosotros creemos que coexisten una correlación de otros factores que pudieron conducir el autismo de nuestro hijo, y en este artículo no lo profundizare, pero si los mencionaré; es decir, el uso de drogas para concebir, problemas metabólicos en la mujer, y disbiosis intestinal (desbalance de la microbiota).
El artículo de la revista Autism Pareting señala que un estudio de 132.000 adolescentes israelíes en el 2006 reveló que los hombres que tienen una edad de 30 años tienen 1,6 veces más probabilidad de tener un hijo con autismo que los menores a esa edad. Mientras que aquellos hombres de 60 años tienen 6 veces más de probabilidad de tener un hijo dentro del espectro. La base teórica del estudio se basa en que el esperma de padres mayores adquiere más mutaciones que transmiten a sus hijos. En cambio, las mujeres al dar a luz después de los 40 años aumentan el riesgo de tener un hijo con autismo. El mismo artículo también menciona que en un estudio de 5 millones de actas de nacimientos en California, Estados Unidos, las mujeres mayores de 40 años dando a luz tienen 1,84 más probabilidades de tener un hijo dentro del espectro.
El siguiente factor que quiero mencionar es el riesgo ambiental. Varios estudios relacionados a conocer la causa del autismo sostienen la teoría de que los factores ambientales pueden desencadenar el desarrollo del espectro autista. Cuáles son esos factores ambientales: 1) Tomar fármacos como talidomida y ácido valproico durante el embarazo. 2) Complicaciones antes, durante y después del embarazo. 3) Infecciones virales. 4) Desequilibrios metabólicos.
5) Exposición a productos tóxicos, incluso aquellos utilizados en la producción de alimentos. 6) El estrés sostenido y causado por situaciones del estilo de vida moderna de la madre.
La comunidad científica en general ha identificado estos factores ambientales como posibles causas del autismo; sin embargo, no le da suficiente peso. Por otra parte, quiero comentar que si existen comunidades científicas independientes en los Estados Unidos y otros países (comunidad de expertos que hacen investigaciones objetivas en pro de apoyar a la población a recuperar su salud), quienes sostienen que los factores ambientales si pueden activar o inactivar cambios en nuestro organismo. Estos cambios pueden modificar el riesgo de enfermedades e incluso problemas en el neurodesarrollo.
Finalmente, el factor biológico esta vinculado al aspecto neurobiológico. Según la revista Autism Pareting, reseña que diferentes estudios han concluido que las personas con autismo tienen cerebros físicamente diferentes a las personas fuera del espectro. Dentro de las diferencias encontradas señalan:
– “Diferencias anatómicas en el cerebelo y el sistema límbico.
– Materia gris más grande en los lóbulos frontal y temporal.
– Amígdala poco activa al ver expresiones faciales.”
Por otra parte, el artículo, “Cuáles son las posibles causas del autismo” narrado en la revista afirma que debido a que el trastorno del espectro autista afecta a más niños que niñas, los científicos abocados a esta temática están analizando cómo los niveles de testosterona prenatal pueden desencadenar autismo en el útero.
En resumen, hasta la fecha no hay estudios que demuestren una única causa del autismo. Las investigaciones siguen en curso, y la comunidad científica está detrás para dar respuestas a las familias con diagnóstico de autismo, y para prevenir el riesgo de desarrollarlo. Hay muchas preguntas por resolver bajo la mirada de la ciencia. Sin embargo, existen otras miradas profesionales en el área de la salud que muestran interesantes avances en la recuperación de las personas con autismo al iniciar ciertos protocolos en edades tempranas. Estos profesionales se basan en la experiencia clínica de sus pacientes, y han logrado correlacionar algunos factores ambientales predominantes que ocasionan los síntomas asociados al autismo.